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La verdadera muerte del hombre que mató a Girón

 

(Artículo publicado en El Mundo-La Crónica de León, el 2 de  mayo de 2003)  

 

Manuel Girón Bazán, el mítico maquis berciano que durante 15 años plató cara al régimen de Franco, falleció un día como hoy (2 de mayo de 2003) de 1951 de un tiro en la nuca. Hace dos años (2001), sus antiguos compañeros le brindaron en el cementerio de Ponferrada (León) un sentido homenaje con motivo del 50 aniversario de su muerte. Nadie se acordó entonces del hombre más íntimamente ligado a ella, a no ser para maldecirle. El precio de la traición es otro. José Rodríguez cañueto recibió 80.000 pesetas por acabar con Girón y precipitar el fin de la guerrilla en León. Hasta hoy también se creía que había muerto represaliado por ello. El documental 'El hombre que murió dos veces' ha descubierto que Cañueto falleció en un vulgar accidente de tráfico. Hasta la felonía tiene sus mitos.

 

La muerte de Manuel Girón sigue siendo uno de los capítulos más oscuros de un fenómeno de la historia de España ya de por sí lleno de sombras: la resistencia armada al franquismo. El guerrillero nacido en la localidad berciana de Salas de los Barrios en 1910 había sido uno de los fundadores de la Federación de Guerrillas de León-Galicia, que en 1942 logró aglutinar a los que se echaron al monte en el noroeste español para convertirse en la primera organización guerrillera de la posguerra española. 

La Federación de Guerrillas estaba comandada por un estado mayor compuesto por socialistas, anarquistas y comunistas. Editó 13 números del periódico 'El Guerrillero'. Celebró siete congresos y creó una tupida red de enlaces denominada Servicio de Información Republicano (SIR) entre los habitantes de las comarcas leonesas de El Bierzo y La cabrera y la sierra orensana del Eje.

 

Para la Federación de Guerillas de León-Galicia, la guerra civil no había terminado el proimero de abril de 1939. Pretendía erigirse ene vanguardia del ejército republicano ante una posible intervención de los aliados en España, una vez que vencieran a Hitler y a Mussolini en Europa. Pero los derroteros de la alta política optaron por dejar tranquilo a Franco y la federación de Guerrillas acabó tocada por el acoso de las fuerzas del orden y finalmente disuelta tras la huida al exilio del grueso de sus líderes. Pero Girón se queda y se integra con su grupo dentro del Ejército Guerrillero de Galicia-León, fundado en 1944 y mandado desde sus orígenes por comunistas.

 

Arricivita llega a Ponferrada

Al finalizar la II Guerra Mundia, Franco comprendió que tenía carta blanca para acabar con los ya sólo molestos grupos de maquis que aún actuaban ene españa. Era cuestión de tiempo y de buscar la estrategia apropiada después de que el enfrentamiento directo se manifestara totalmente estéril.

 

A finales de 1948, llega a Ponferrada el comandante de la Guardia Civil Miguel Arricivita Vidondo. Mandado directamente por el máximo responsable del cuerpo, Camilo Alonso vega, llegço a la capital berciana con l aúnica misión de acabar con el "bandolerismo" en León y las provincias limítrofes. En la cartera traía un nuevo estilo que acabaría por demostrar su implacable eficacia: la presión a los enlaces y la búsqueda de delatores por todos los medios.

 

Para entonces, Girón ya se había convertido en un héroe legendario para unos y en un peligroso y escurridizo delincuente para otros. al que se acusaba de "más de una treintena de crímenes". En estos casos, hasta el enemigo contribuye al proceso de mitificación.El sargento de la Guardia Civil Gabriel Ferreras de Luis describe así, ens us 'Memorias del sargento Ferreras' (Breviarios de la calle del Pez, 2002), al gjerrilero de Salas: "El más peligroso de todos era Girón, individuo de sangre fría y calculador, cazador furtivo toda su vida, y que conocía palmo a palmo el terreno que pisaba. Posía tal destreza natural en el manejo de las armas de fuego que, como suele decirse, donde ponía el ojo ponía el tiro. Era de temer".

 

La vitola de hombre invencible acabaría por imponerse en el ideario popular después de que Girón fuera dado falsamente por muerto en una emboscada en Ocero y de que escapara indemne de un cerco infranqueable en Corporales. Pero ya corría el año 1951 y la suerte de Girón y de su grupo estaba echada.

 

El historiador leonés Secundino Serrano sostiene que el único elemento objetivo para conocer la compleja operación que acabaría con la vida del guerrillero berciano son los supervivientes. Es decir, la compañera de Girón, Alida González, y tres integrantes de su último grupo, Manuel Zapico, Pedro Juan Méndez y Francisco Martínez. Según su versión, el comandante Arricivita logró infiltrar en la partida a José Rodríguez Cañueto, un colaborador de la guerrilla natural de Santa Eulalia de Cabrera, que aprovechó la primera ocasión para matar a Girón de un disparo en la nuca. Era el 2 de mayo de 1951 y el hecho tuvo lugar en Las Puentes del Malpaso, cerca de Molinaseca. Varios testimonios coinciden en que Cañueto cobró 80.000 pesetas por su traición.

 

Una anueva muerte completa esta historia con tintes macabros. Junro al cadáver de Girón se presentó e lde otro antiguo enlace de la guerrilla, Elías Álvarez, al que le volaron la cabeza con un cartucho de dinamita para que su identificación fuera imposible. Se pretendía hacerle pasar por José Rodríguez Cañueto  con el fin de cubrir su retirada. La versión oficial era que Cañueto y Girón habían muerto en un enfrentamiento con la Guardia Civil.

 

La partida de Girón quedó disuelta y sus integrantes lograron pasar a Francia tras un rocambolesco viaje en taxi desde Villablino a Bayona, pasando por León, Valladolid y Pamplona. José Rodríguez Cañueto se trasladó a Sevilla, ciudad en la que el mito de una muerte en represalia por su felonía acabaría tomando cuerpo.

 

La muerte de Cañueto

El guerrillero Francisco Martínez López, 'Quico' ,asegura lo siguiente en el libro 'La agonía del león', de Carlos G. Reigosa  (Alianza Editorial, 1995): "[Rodríguez Cañueto] Murió en Sevilla, sí, al poco tiempo. Yo nunca dije que no habái sido nuestra organización, pero, para mí, fue la policía que se lo ha cargado. Se sirvieron de él, lo mandaron para allá y acabaron con él. Fue a los tres o cuatro meses. La policía lo desplazó para Sevilla y allí lo atropelló un camión por casualidad. Nosotros hemos sabido todo eso por la familia".

Sin embargo, en sus memorias ('Guerrilero contra Franco', Breviarios de la calle del Pez, 2002), Quico modifica esta visión: "En cuanto a José [Rodríguez Cañueto],se marchó a esconderse a Sevilla, donde -accidentalmente- un camión lo atropelló y lo mató".

 

En otro apartado de ´La agonía del león', el escritor gallego recoge el testimonio de un vecino de La Cabrera que dice: "Él [por Cañueto] se fue a Sevilla y compró un citroënico, con el que repartía el pan. Un día entró por una calle y un camión le salió de frente, lo arrolló y lo mató. Así se supo aquí. y también se supo que, un tiempo antes, le habían tirado un tiro, de noche, cuando estaba en su casa de Sevilla, pero  no le dieron. Está claro que se la tenían jurada". 

 

En esta misma línea, Secundino Serrano afirma en su 'Crónica de los últimos guerrilleros leoneses 1947-1951' (Ámbito, 1989): "Obviamente, y a falta de documentos oficiales, habrái sido necesario recoger el testimonio del supuesto asesino de Girón, para completar esta historia oral sobre la muerte del guerrillero berciano. Su muerte en Sevilla, previsiblemente también asesinado, nos lo ha impedido".

 

Curiosamente, el testimonio de guardias civiles que vivieron aquellos años en primera línea de fuego también coinciden con la versión del supuesto crimen de Rodríguez Cañueto en Sevialla, pero acusan de él al bando guerrillero en represalia por su traición.

Ninguna de estas versiones se ajusta a la realidad. El proceso de elaboración del documental 'El hombre que murió dos veces' deparó en este punto una de sus mayores sorpresas. El Registro Civil de Mérida (Badajoz) guardaba la solución en sus archivos desde hacía más de 30 años.

 

Acta de defunción 

Según su acta de defunción, José Rodríguez Cañueto murió el 26 de diciembre de 1966 en un accidente de tráfico a los 45 años de edad. El citado documento refiere que el siniestro se produjo a las 22,30 horas en la "carretera general Gijón-Sevilla kilómetro  260/200, término municipal de Mérida". En el apartado de la causa de la muerte se puede leer textualmente: "Fractura de la parte inferior del frontal con derrame interno". Añade que el enterramiento será "en esta ciudad".

¿Qué viaje realizaba cañueto cuando se enfrentó a su última hora en la carretera de la Ruta de la Plata? la respuesta a esta pregunta hay que buscarla en la localidad vallisoletana de Melgar de Abajo.

 

La pista vallisoletana

Melgar de Abajo  es un pueblo de la comarca de Tierra de Campos situado a escasos kilómetros del límite con la provincia de León. Pese a pertenecer a Valladolid, cuenta con la peculiaridad de poseer el mismo prefijo telefónico que León. Pero el 987 no es lo único que comparte con su provincia vecina. Uno de los hijos del pueblo, Feliciano Franco Villares, está destinado en 1951 en el Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) de Ponferrada. Los miembros del también denominado Sector reciben órdenes directas del comandante Miguel Arricivita Vidondo.

 

Feliciano Franco murió hace cinco años (1998) y está enterado en el cementerio de Melgar de Abajo, a donde había vuelto después de jubilarse de su último destino en la Benemérita. Su viuda, Cristeta Herrero, aún recuerda el día en que su prometido se presentó en el pueblo acompañado de un tal José Rodríguez Cañueto, de León. "No se me olvida porque fue cuando Feliciano y yo nos casamos. En mayo de 1952. Se quedó una temporada y también acabó casándose con una chica de aquí, Oliva Abascal". 

 

Los más viejos de Melgar fruncen el ceño cuando se les pregunta por Cañueto. Luego, se refieren al él como el "guardia civil" que llegó con Feliciano de los montes de León en los que andaban tras los "rojos". Los familiares de Feliciano, pese a confundir a Cañueto con un representante de la Benemérita, conocen a Arricivita y otros miembros del Sector. En este recóndito rincón de Tierra de Campos, el relato de la muerte de Girón parece no provocar sorpresas. "Feliciano nos contaba que llenaban las cantimploras de coñac y, monte arriba como los jabalíes. La de cosas que podría haberle dicho..."

 

José Rodríguez Cañueto y Oliva Abascal se casaron en Valladolid y se trasladaron a Sevilla. Según algunos autores, Cañueto ya había viajado a esta provincia para trabajar como temporero. En la calle Feria de la capital andaluza abre una tienda de comestibles. Entre sus clientes se encuentran los mejores restaurantes de la ciudad. Compra comn su hermano Benjamín, que también se traslada de Santa Eulalia a Sevilla, una finca en Carmona.

 

Cañueto y su esposa pasan la Nochebuena de 1966 en Melgar de Abajo. Tienen previsto celebrar el Año Nuevo en Sevilla. El día 26 de diciembre, el Land Rover de la familia suspende abruptamente su viaje a la altura de Mérida. Oliva Abascal pasa varias semanas en el Hospital a consecuencia de las heridas sufridas en el accidente. José Rodríguez Cañueto muere en el acto. El supuesto asesino del guerrillero antifranquista más célebre de El Bierzo es enterrado 48 horas después. Era el día de los Santos Inocentes.

 

 

Daniel Álvarez de la Torre ©

daniel alvatorre

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