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El maquis sin paradero comienza a tenerlo

El paso de Manuel Ramos Rueda por la Resistencia francesa

 

La historia de Manuel Ramos Rueda es una historia única, de esas que jamás volverá a repetirse. Es, sin embargo, la historia de un buen puñado de españoles que quedaron atrapados entre dos guerras. Minero, militante anarquista, teniente del Ejército Republicano, comandante en la Resistencia francesa, infiltrado en España por el Partido Comunista, guerrillero antifranquista, enemigo público número uno, maquis sin paradero conocido… Hoy Manuel Ramos tendría 99 años. Atendiendo a su biografía, seguir vivo no sería su mayor proeza.


Pero el misterio de Ramos, que no es otro que no saber nada de él desde que dejó su León natal en 1948, va cayendo poco a poco. Primero fueron los aspectos más básicos de su biografía. Nacido en Santa Lucía de Gordón en 1916. Minero en la cuenca leonesa de Sabero. Militante de la CNT. De  carácter impulsivo y temerario. Preso en la cárcel de Riaño en los convulsos años 30 por matar a un pistolero de la patronal. Soldado en el frente norte en la guerra civil. Exiliado en Francia… Su Guadiana personal encontraba aquí una de sus principales lagunas que los historiadores sólo combatían con la certeza de que se enroló en el Partido Comunista de España y en la Resistencia durante la ocupación nazi del país vecino.


Tras el vacío durante la segunda guerra mundial, llegó el torrente de su vuelta a España entre 1945 y 1948. Es precisamente la época que lo convirtió en leyenda. Es un héroe para los vencidos de la guerra civil y una obsesión para las fuerzas del orden. El PCE lo manda a León a organizar a las inconexas guerrillas que actuaban en el norte de la provincia. Fracasó estrepitosamente y se estableció durante casi tres años en la capital. Los tribunales militares siguen teniendo nueve causas abiertas contra Ramos por sus actividades entre octubre de 1946 y agosto de 1948 en León. Robos, distribución del periódico clandestino ‘Lucha’, atentados a policías, atracos a personajes destacados como al ex alcalde Francisco Roa de la Vega, sabotajes… Un compendio que mezcla la lucha clandestina y la “violencia inútil”, como la califica el historiador Secundino Serrano. Las diligencias abiertas, sin embargo, sólo citan de pasada su acción más sonada: el atraco a la zapatería La Revoltosa, cuya tienda aún existe en la calle de La Rúa de León, y la muerte de un disparo de su propietario Emilio Prieto Malagón. Precisamente, después de esa operación es cuando Ramos decide huir de nuevo a Francia dejando tras de sí un rastro de sangre y de misterio que aún perdura. La Crónica de León publicó en verano de 2011 un serial con un documento excepcional: el informe que el propio Ramos elaboró de su puño y letra para el PCE tras cruzar la frontera y que se registra en esta web.   

 
Periodhismo.com ofrece ahora nuevos datos sobre una vida de película que hasta la fecha permanecían ocultos. Se trata de uno de los periodos de Ramos más desconocidos pero que más engrandecieron su leyenda de luchador antifascista: sus acciones en la Resistencia francesa.


Antes que nada, conviene destacar en este punto que la documentación que se detalla a continuación procede de la solicitud que el propio Ramos realizó en 1978 al Gobierno francés para el reconocimiento de sus servicios durante la liberación de la ocupación nazi con vistas a su jubilación. Ésta ha podido ser transmitida y ahora por primera vez se publica gracias al empeño de sus familiares por conocer su paradero, en concreto de sus sobrinos Alejandro González Ramos y Monserrat Ramos López.  


Regimiento de Marcha de Voluntarios Extranjeros

El propio Manuel Ramos detalla en su reclamación, que acompaña con varios documentos acreditativos, que fue sorprendido “al inicio de las hostilidades en 1939” (la II Guerra Mundial se inició el 1 de septiembre de 1939) en Toulouse dentro del Primer Regimiento de Marcha de Voluntarios Extranjeros (RME), un cuerpo de reclutamiento creado para enrolar al gran número de refugiados, principalmente españoles que, como Ramos, se habían exiliado en Francia al término de la guerra civil española.


El refugiado leonés continúa explicando que quedó liberado del servicio por el Consejo Militar de Lyon en mayo de 1940 “debido a un dolor en el brazo izquierdo por un accidente en España que se resintió por una caída durante un entrenamiento con una ametralladora, en el campo de entrenamiento del Primer RME de Barcarès” (Perpiñán). También explica que fue detenido el 29 de agosto de 1940 por la Gendarmería de Mont Luis de los Pirineos Orientales “y reagrupado con otros extranjeros y franceses”. Hay que tener en cuenta que Francia fue ocupada por la Alemania nazi en junio de 1940 y que la mitad sur, donde se encontraba Ramos, quedo sometida a la administración del régimen títere de Vichy del mariscal Pétain. En ese mismo momento, el general De Gaulle crea desde Inglaterra las Fuerzas Francesas Libres (FFL). Las denominadas Fuerzas Francesas de Interior (FFI) no aglutinaron hasta 1944 la denominación común de todos los grupos de la Resistencia que comenzaron a operar dentro del país desde el inicio de la invasión. En noviembre de 1942, tropas alemanas e italianas habían ocupado de facto toda Francia, incluida la eufemísticamente denominada ‘Zona Libre’.


“Condenado a deportación por la Prefectura del Alto Garona por mi evasión del campo de refugiados de Argeles Sur Mer de los Pirineos Orientales al final de nuestra guerra civil. Pasé ocho meses en prisión en Perpiñán y en Beziers (al norte de Perpiñán) y luego fui internado en el campo de  D’Agde das Herault (cerca de Monpelier)”, relata Ramos.


Continúa señalando en su carta, dirigida al comandante en jefe de la Cuarta Región Militar de Toulouse, que fue deportado en 1941 al campo de internamiento de la base de submarinos alemanes de La Pallice, en la costa francesa del golfo de Vizcaya, cerca de La Rochelle. Asegura que escapó “pronto” y que “las autoridades alemanas dieron orden de captura al gobierno francés de la época por mi evasión y la policía de Toulouse se presentó en (la calle) Impasse Barutel 6, de Toulouse” (domicilio de Ramos en esa época). Hay que considerar que Ramos se unió en esos años a Lucía Gabarrús, apellido que utilizó Manuel Ramos cuando entró de nuevo en España de forma clandestina en 1945. Fruto de esa relación, la pareja tuvo dos hijos: Gabriel, nacido en 1940, y Roberto, en 1942.    


Siguiendo el referido escrito de Ramos, pasa a relatar sus “servicios” una vez que se unió a la Resistencia: “Detenido en junio de 1944 (en otro atestado se cita en marzo) en Salie du Salat (sur de Toulouse) en Alto Garona por los alemanes en el momento de reagrupar las redes para la acción libertadora del país en un combate cuerpo a cuerpo en honor de la Resistencia”. Se supone que logró liberarse ya que Ramos continúa contando que fue detenido en julio de 1944, “herido en la acción de la Resistencia contra las dependencias de aviación de Toulouse, sometido a interrogatorios por la policía de vigilancia DST durante un par de días, me escapé de sus manos bajo el fuego de sus armas”.


Manuel Ramos continúa ensalzando la temeridad de sus actividades, uno de sus rasgos más característicos, con la siguiente proclama: “En la esperanza de nuestra victoria, no dudé en exponerme repetidamente a las misiones más peligrosas; mi voluntad era tener el honor de participar en las redes, que con el alma y el corazón de nuestro país en la hora ‘h’, comandaron la decisión de vencer con todas sus fuerzas el glorioso combate de las jornadas de agosto de 1944” (la liberación de París se completó el 26 de agosto y el 17 de septiembre guerrilleros españoles desfilaron por las calles de Toulouse con los cascos de los soldados alemanes apresados).


Batallón Especial de Seguridad de los Voluntarios Españoles

Ramos continúa señalando que las referidas redes, “por las dificultades durante la ocupación para formar brigadas, pasaron a ser el Batallón Especial de Seguridad de los Voluntarios Españoles en la FFI del Alto Garona”. Atestigua que fue desmovilizado con el grado de comandante de brigada “al final de las hostilidades en 1945 y volví al hogar en 1948”. Cabe recordar que, tras la guerra, Ramos volvió a entrar en España como agente del Partido Comunista en verano de 1945 y retornó a Francia en octubre de 1948.   


Ramos pide al destinatario de su misiva que cite sus servicios y le sea concedida la Cruz de Guerra y la Medalla de la Resistencia Francesa. Concluye con una relación de la documentación que acompaña entre la que llama la atención un certificado de la declaración de robo de sus documentos militares expedida por la policía el 1 de julio de 1970. Puede pues que la reclamación de su hoja de servicio que se cita en la presente documentación se deba a este hurto.  


Comandante de la Segunda Brigada de Guerrilleros Españoles

Dentro de la documentación obtenida, destaca un certificado oficial del coronel del FFI y ex jefe del Estado Mayor clandestino de los guerrilleros españoles Miguel Ángel Sanz, acreditando la pertenencia de Ramos a la Resistencia. Señala el escrito, fechado en Toulouse el 7 de diciembre de 1948, que Ramos, alias ‘Souquees’, “era un miembro activo de la Resistencia y que comandó la Segunda Brigada de Guerrilleros Españoles del departamento de Alto Garona desde enero de 1943 y hasta la liberación” (agosto de 1944). En este periodo estuvo bajo el mando de José García Acevedo (‘Coronel Jacques’), responsable de la Primera División del Cuerpo de Guerrilleros Españoles. Algunas fuentes sitúan al frente de la Segunda Brigada de Guerrilleros Españoles del departamento de Alto Garona a Joaquín Ramos, uno de los alías acreditados con los que operaba Manuel Ramos. En otro apartado se detalla que tras la guerra, el guerrillero leonés pasó a comandante del Cuarto Batallón de Seguridad Español hasta marzo de 1945. Berlín cayó el 2 de mayo y Japón en agosto.   

 
Todo ello se acompaña del certificado oficial de afiliación y homologación de grado de las Fuerzas Francesas de Interior (FFI) que despliegan toda la actividad de Ramos. Aquí se certifica de nuevo que alcanzó el grado de comandante y que pasó seis meses en la Escuela Militar de Gijón durante la guerra civil. Ya en Francia, fecha en el 10 de octubre de 1939 su ingreso en el Regimiento de Marcha de Voluntarios Extranjeros en Toulouse. Entre febrero de 1942 y enero de 1943 califica su actuación de “resistencia individual” y a partir del 1 enero de 1943 hasta la liberación cita su integración al frente de la citada Segunda Brigada de Guerrilleros Españoles en la que realiza labores de “propaganda, reclutamiento y todos los trabajos preliminares para la organización de los maquis españoles”.    

   
Misiones cumplidas

A continuación, detalla los servicios y las misiones cumplidas:
“4-2-43 Sabotaje de cuatro torres eléctricas en los alrededores de la estación de Matabiau (principal estación de ferrocarril de Toulouse).
6-6-43 Organización de maquis de Montaigut sur Save (noroeste de Toulouse).
5-10-43 Organización de maquis en San Bertrán de Cominges (entre Pau y Toulouse).
5-2-44 Ataque con granadas y metralletas a un convoy especial de fuerzas alemanas a la llegada a Muret (a 20 kilómetros al sur de Toulouse). 30 muertos y 80 heridos.
1-4-44 Detenido por un agente de la Gestapo en un café de Salies de Salat (sur de Toulouse) cuando iba a hacer un servicio, es un decir, organizado por un grupo de españoles, pero yo me pude escapar después de lograr matar al agente.
8-4-44 Ataque con explosivos a un convoy especial lleno de oficiales y soldados alemanes que se dirigía al campamento de Blagnac (Aeropuerto de Toulouse). 55 muertos y 50 heridos.
18-8-44 Liberación de detenidos políticos en Port San Etiene (Toulouse) con fuerzas reunidas de maquis de Montaigut y San Bertrán de Cominges.
19-8-44 Ataque con granadas y metralletas con dos muertos y siete prisioneros en Saint Cyprien (barrio de Toulouse).
20-8-44 Ataque a un camión alemán que transportaba dos piezas artillería en Fanbourg Bormefoi, matando a todos los ocupantes y aprovechando el material”.

 

Justo cuando la guerra de Europa estaba dando sus últimos coletazos, Manuel Ramos, con mujer y dos hijos de cinco y tres años, decide continuar luchando. Vuelve a cruzar la frontera de la España franquista para dirigirse a León y el que fuera comandante de Segunda Brigada de Guerrilleros Españoles, con 500 efectivos a su cargo, emprende en su tierra una nueva ofensiva, tan solitaria como desesperada que acabó en retirada después de tres años. La guerra de Ramos, que empezó en el 36, había durado más de una década. El documento que acredita la pertenencia de Ramos a la Resistencia deja completamente vacía una casilla: la de las condecoraciones.
 

 

Daniel Álvarez de la Torre ©

 

 

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