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"Crucé a Francia el 4 de octubre de 1948"

 

Las caídas empezaron en Asturias y de allí se corrieron a León. Estas dieron comienzo cuando se ajustició al confidente. Desde ese momento empezaron a detener a todos aquellos por cuyas manos había pasado. Los primeros detenidos fueron dos factores. Uno se llamaba El Catalán. De éste los camaradas decían desde la cárcel que era un confidente. Fue el primero que se quedó en libertad y que según decía la Villalobos  [Elvira Villalobos] vino para Francia, por avisarlo la Villalobos. También fueron a detener a Vizcaíno [Manuel Vizcaíno Beberide], pero yo le avisé  y se  pudo salvar. A continuación cayó Enrique (Noreña) [Benjamín Roza Argüelles, abatido en noviembre de 1946 por disparos de la policía en plena calle de León. Había participado en el secuestro y asesinato del ingeniero de la Diputación de León Emilio Zapico Arriola, en septiembre de 1945] y días antes había caído Morán, que era el que nos daba contacto con Calixto López. Después de Enrique cayó Blanquillo el de Astorga, Darío y a continuación fueron a detener a unos maquis de la zona donde se encontraba Secundino [Secundino Rodríguez, El Practicante] y otros. Cayeron Plácido y Delgado. Darío acusó a Plácido de que había ido a su casa a pedirle que guardara a un camarada del monte. Darío y la mujer de Vizcaíno dijeron a la policía que Delgado recibía propaganda de Asturias. 

 

Secundino y Ferreras [Inocencio Ferreras. Hay una llamada al final del texto para decir que fueron "ahorcados" el 7 de marzo de 1947. La causa también fue el secuestro de Arriola] cayeron en la provincia de Palencia cuando se disponían a dar un golpe. También cayó Higinio [Higinio Nicolás Bayón, ejecutado también el 7 de marzo de 1947 por el caso Arriola] y Aureliano [Aureliano Suárez Robles] y a continuación de estas caídas detuvieron al Rubio de Santa María.

 

Fueron a la casa de la madre de la chica donde yo paraba y se llevaron a otra hermana y a la madre. Un chico de 16 años vino a avisarme y por eso me pude poner a salvo. A las pocas horas de yo salir se presentó la policía. En Puerta Obispo detuvieron a una familia de una casa que yo utilizaba y donde habían estado algunos de los detenidos. 

Cayó el cabo de la imprenta militar. Le pudo delatar Enrique o ser algún otro de los detenidos que nos había visto por la calle paseando. Cayó también [ilegible], uno que me había puesto en relación con el cabo. Yo, antes de ser detenido el cabo y sospechando que le perseguían, fui a su casa a recoger unos paquetes de papel. En la casa di con alguien de la familia que estaba en aquel momento vestido de obrero pero que al mirar sus botas observé que eran de la guardia civil. Tan pronto como yo entré en la casa, salió otro individuo con la madre del chico. Quedó allí solo el padre. Todo esto me pareció extraño y me marché enseguida. Cuando el padre vio que me marchaba me preguntó por qué tenía tanta prisa y me pidió algo de dinero, ya que llevaba, a causa de las aguas, algunos días sin trabajar. Le di unas cien pesetas y me marché enseguida. Al día siguiente me enteré por una mujer de la CNT que vivía por aquel barrio, que la noche antes había habido por allí una partida de guardias civiles y policía sin que supiera a qué era debido. Esto hizo que mis sospechas se confirmaran. 

 

Después de todas estas caídas me trasladé a Correcillas, donde siempre hubo guerrilleros para ver si a través de ellos me era posible tomar contacto con el Tarsicio. Aquí me entreviste con la mujer del hermano de Higinio, que era la casa donde iban los guerrilleros de aquella parte. Esta me informó de que desde la caída de su cuñado no había ido nadie por allí. Ni los de Asturias que habían estado alguna vez (Aurelio Cajigal y otro llamado Manolo que tenía en este pueblo un hermano). En marzo del 48 estuve de nuevo en este pueblo y me entrevisté con el hermano de Manolo. Este me dijo que Manolo había muerto en Asturias al igual que Aurelio Cajigal. Le pedí que me enlazara con Asturias, pero me dijo que no sabía como hacerlo. De los guerrilleros de León no sabía nada. 

 

Salí para Madrid en abril del 48. Fui a la casa de la madre de Benito Sánchez, que había estado conmigo en la cárcel de Barcelona. Esa familia me dijo que no tenía contactos con el partido porque habían caído todos cuando Sánchez Biezma. Conocí en Madrid a un camarada de la UGT que estaba fugado en Madrid. Me entrevisté también con unos pintores del P, pero tampoco tenían contacto. En Madrid permanecí hasta mayo del 48. No ví nada, aunque me enteré de que en algunas barriadas habían tirado octavillas. El 3 de mayo, junto con otro amigo de la UGT, me fui para León. De mayo a septiembre estuve en León pero sin hacer nada de organización del P. En septiembre marché de nuevo a Madrid, pero tampoco tuve suerte. Salí para Barcelona y fui a parar a casa de Julio Artigas. Cuando ví que aquí no me podían ayudar para pasar a Francia me marché a Zaragoza el día 1-10-48. Cogí en Zaragoza un car que me llevó hasta Pamplona, llegando de noche. De aquí pase la frontera el día 4 de octubre y llegué a Urepel [Francia] a las seis de la mañana de ese mismo día.     

Artículo original

 

Manuel (Ramón) Ramos Rueda

daniel alvatorre

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